... y en todos ellos seré a cada instante parte de ti, como tu lo eres de mi... seré compañero, amigo, amante, apoyo, confidente, sumiso... desde el respeto, el afecto y el cariño, y desde todas y cada una de las expresiones de nuestra pasión.

jueves, 17 de diciembre de 2009

oscuridad y tacones 2 (la Otra mirada)

Me miro en el espejo y me gusto. Con cada prenda que me voy colocando me gusto más. Despacio, no han lugar las prisas. Voy subiendo las medias por mis piernas con cuidado, con mimo, ciñéndolas suavemente mientras avanzan por mi piel.
Hay alguien que me espera, sí, por eso voy despacio; es por supuesto con doble propósito, el de que el que espera me recree en su imaginación una mujer perfecta, y la de que efectivamente encuentre lo que imagina y más.
He dejado a mi sumiso en la otra estancia, sólo, arrodillado, desnudo, bueno no del todo, lleva mi collar, una venda en los ojos y mucho deseo.
El deseo de un hombre es una fuerza poderosa, cuando un hombre desea todos sus gestos tienen un claro objetivo, derribar las defensas de la mujer. El deseo nos halaga, nos manipula y nos estalla entre las manos antes de darnos cuenta si no sabemos como manejarlo. Pues bien amigo mio, paciencia, yo si sé cómo hacer con tu deseo, me lo vas a dar y yo lo voy a transformar, y te lo devolveré tan crecido, tan bello y majestuoso que será una bendición que perezcamos en él.
Ya estoy casi lista, por último me calzo mis zapatos, los zapatos de tacón de aguja que serán música mientras avance hacia él. Pasos cortos, pausados, sonoros y ya estoy a su lado y le observo.
Está en la misma posición que le dejé, el ligero temblor de su cuerpo acusa el cansancio de la postura. Lo siento amor pero es que estás tan hermoso así que aún dejo pasar unos segundos más en contemplarte. No voy a hablar mucho, no es necesario, sólo contaminaría este ambiente. Frases cortas, claras, palabras rotundas, ya sabes herramientas para que dejes fluir tu sumisión sin distracciones secundarias.
Sólo llevo unos instantes a tu lado y ya desde tu cuerpo ofrecido pretendes chantajearme con tu virilidad desbocada. Pues no está mal, me gusta hombre, pero tú y yo sabemos que eso no es suficiente, quiero mucho más, te quiero a tí, quiero vaciar tu cabeza de tí mismo y ocuparla con mi persona, que pierdas la noción de todas las cosas, del espacio y del tiempo, para que yo sóla reine en tu cuerpo y en tu mente. Así que de momento, guárdate las ganas, primero has de satisfacer las mías. Que tu frente toque el suelo ante mis pies, que me ofrezcas tu espalda, tu cuerpo así humillado ante mí para que le despoje de todo egoísmo. Te darás a mí porque soy Tu Ama, tú así lo quisiste, todo es poco para mí, te quiero rendido, que tu deseo se transforme en la complacencia más absoluta. Vete rebuscando cielo la cajita de las endorfinas que ahora voy a por tu dolor, que también es mío.
Sujeto tu correa con una mano y la fusta con la otra, mi pie descansa en tu espalda y voy descargando golpes bien medidos, para que con cada uno vayas dejando caer los trocitos de orgullo que aún se aferran a tu ego inflado. No te equivoques corazón, me gusta quien eres y cómo eres, pero acuérdate, ya sabes que te dije que la llave de nuestro dormitorio es mía, la tengo yo, y cuando cierro la puerta, todo lo que hay dentro ya es mío, incluido tú.
Al décimo fustazo acerco mi pie a tu boca y cómo no, lames con avidez y desespero, vaya por dios...aún estas pensando en tí? Tiro de la correa para cerciorarme y efectivamente, allí sigue esa erección orgullosa y desafiante. NO y NO, concentrate en mí, primero tu Ama, no aprenderás a controlarte?
Voy por el látigo. Diez descargas más sobre tu cuerpo y otra vez pruebo...acerco tu cara a mí, respiras agitado, con toda intención coloco tu cara cerca de mi sexo para que captes y te embriagues de mi esencia . Sí amor sí, yo tambien estoy excitada, pero esta flor de nuestro deseo hoy no será una rosa ni un jazmin, ni un clavel, hoy construiremos una perfecta orquídea para los dos.
Hasta ahora fuí suave contigo, pero esto es así , tú ya lo sabes, entre más sumisión me regalas, más abonas mi naturaleza dominante que crece y crece y bebe de tus gemidos. Nos retroalimentamos amor y nos complementamos en este baile de seducción que hemos creado.
Sopeso la vara entre mis manos, es ligera , pero es un arma contundente, lo sé, por eso calculo la fuerza y la distancia justas para imprimir mi poder en tu cuerpo. Ahora sí te estremeces, a cada golpe vas olvidándote de tí mismo, te estás abandonando a mí, ahora sí que estás sintiendo con meridiana claridad que eres mío. Tu cuerpo es mío, tu mente es mía, tu temblor es mío, tu dolor, tus ganas de servir, todo eso y mucho más. Sólo yo importo ahora y sé que ese descubrimiento te hace feliz.
Ya te tengo ahí, donde quería, en esa línea frágil del sometimiento. Balbuceas, no te entiendo, acerco mi oido a tu boca para captar lo que dices..."Soy tuyo, Soy tuyo...", Ah vaya ¡¡¡ Acabáramos ¡¡¡ pienso yo y me sonrio, orgullosa de mi triunfo. Me hago unos pasos atrás para contemplarte de nuevo.
Ahora sí, ahora si que brillas amor, ahora sí que tu virilidad desnuda y entregada es mi bandera, eres un regalo para mis sentidos. Un regalo que aún respira agitado ,pero sé que estás tranquilo, la tranquilidad que te dá haberte rendido a mi voluntad, haber desarmado tu conciencia y saber como sabes que ahora me puedes amar con toda plenitud.
Prosigamos.... sólo hemos dado un primer paso en esta gloriosa senda.

2 comentarios:

  1. Tus palabras son el curso de mi propio pensamiento,de mis propios sentidos, porque día a día haces que de forma natural suba un peldaño mas en mi entrega sin egoismo, en ese estado tan especial que me produce el deleite de mi sumisión y entrega hacia ti.

    ResponderEliminar
  2. Hola de nuevo, vaya dos, vais a pegarle fuego a internet :D:D.

    Me dais envidia sana, GRRR

    :D:D

    ResponderEliminar